Pide cita ahora

Cómo afrontar la separación, el divorcio o la ruptura de la pareja cuando hay hijos menores

10 de marzo de 2023
Afrontar la separación, divorcio o ruptura de la pareja cuando hay hijos pequeños

En general, este proceso representa una serie de cambios complejos de carácter personal, familiar y social que provoca la necesidad de un ajuste de cada uno de ellos a las nuevas circunstancias.

La ruptura de la relación es la consecuencia de un divorcio emocional de la pareja, en el que comúnmente están presentes con mayor o menor intensidad una serie de emociones, cogniciones y conductas disfuncionales interrelacionadas. Diversos aspectos de carácter estresor y traumático generan un amplio catálogo de emociones desagradables, siendo las más frecuentes tristeza, aflicción, rabia, dolor, decepción, desesperanza, miedo, culpa, derrota, desengaño, cólera, rencor, vergüenza, celos, fragilidad o desvalimiento.

Las consecuencias del proceso de separación / divorcio no son siempre idénticas, afectando de manera distinta a los miembros de la familia en función de distintas variables como edad, sexo, tipo de relaciones familiares, naturaleza del conflicto o las respuestas y estrategias de afrontamiento. Por lo que respecta a los hijos, José Cantón Duarte, profesor de Psicología de la Universidad de Granada, expresa que existe una gran variabilidad en la forma en que los niños y los adolescentes responden a la ruptura matrimonial de los progenitores, aunque la mayoría afronta con éxito las transiciones matrimoniales de sus padres.

Entre los factores más importantes de riesgo de desajunte en los hijos a causa de la separación según el criterio de los expertos son el nivel de conflicto y hostilidad parental en el periodo pre-separación, la duración de mismo, el comportamiento aversivo de los padres durante el proceso y después del divorcio, así como la forma en la que estos resuelven sus conflictos.

La mayoría de investigadores y la evidencia empírica coinciden en señalar que el nivel de conflicto es el principal determinante de las consecuencias sobre los hijos. Los padres pueden enredarse en el conflicto conyugal, perpetuarse en una demostración de desacuerdos irremediables y anclarse en una batalla interminable de enojos y reproches, o gestionar la separación de manera pacífica para que afecten lo menos posible a la vida de sus hijos y en consecuencia tenga el menor impacto emocional en los mismos. En este sentido, Carolina Raheb Vidal, Profesora asociada en la Universidad de Valencia, refiere que los efectos del divorcio están íntimamente ligados a la estructura emocional de los padres y a cómo llevan a cabo este proceso, pudiendo resultar un hecho con escasas repercusiones tanto para los padres como para los hijos.

Cómo proceder

El objetivo que debe prevalecer en una separación, ruptura o divorcio cuando hay hijos menores debe ser que la pareja afronte la situación en un contexto de no confrontación para que tenga el menor impacto emocional en los hijos.

Como orientaciones generales para abordar la separación con los hijos, se deberá tener en cuenta:

  • Comunicar a los hijos la separación. Hacerlo de forma conjunta y con una emotividad controlada les transmitirá un mayor afecto y seguridad. Debe facilitarse una información fácil de comprender y ajustada a la edad. Se deberá resaltar que aunque el padre y la madre no volverán a estar juntos como pareja, eso no interferirá en el amor y el cariño que cada uno de ellos tienen a los hijos y que ninguno de ellos va a dejar de ser su padre y su madre.
  • Responder a las preguntas de los hijos. Es importante que comprendan la nueva situación y las consecuencias que comporta. También es preciso disipar ideas erróneas de la separación que les pueda inducir a realizarse expectativas poco realistas sobre una futura reconciliación.
  • Informar dónde vivirá cada uno de los padres y cómo será la relación con ellos. Es oportuno que conozcan cómo será la organización familiar después de la separación o divorcio y los cambios que se van a producir para que puedan prepararse y asumirlo con menor dificultad.
  • Despejar los posibles sentimientos de pérdida y soledad. Una de las consecuencias que la experiencia de separación puede acarrear en los hijos menores es que lo interpreten como un intento de abandono por parte de los padres. Para ello se les tiene que transmitir de forma clara y explícita que tanto su padre como su madre les quieren y permanecerán siempre a su lado.
  • Evitar que piensen que es por ellos. Es frecuente que los niños entre 7 y 12 años se culpabilicen a sí mismos por la separación de sus padres, llegando a pensar que se debe a alguna conducta negativa que ellos han efectuado. Ambos padres tienen que remarcar que la separación no es culpa de los menores.

En una fase siguiente, cuando la ruptura se ha formalizado, los padres deben tener en cuenta:

  • Es necesario que ambos se impliquen activamente en la crianza en un clima de colaboración.
  • No se debe buscar ganarse a los hijos frente al otro padre con mecanismos de persuasión como regalos, atenciones u otras conductas de complacencia que distorsionan la relación afectiva paterno-filial.
  • Tampoco se deberán tener conductas sobreprotectoras o excesivamente permisivas sobre lo hijos, como permitir actuaciones o hechos que no serían toleradas antes de la separación.
  • Hay que evitar toda conducta de manipulación consciente o inconsciente en provecho propio de alguno de los progenitores. La forma más común de manipulación es la predisposición negativa inducida hacia el otro progenitor: hablar mal del ex-cónyuge, atribuirle la culpa, descalificaciones… Otras formas no infrecuentes son dificultar el derecho de convivencia con sus hijos del progenitor no custodio o implicar al entorno familiar y a los amigos en los ataques al ex–cónyuge. Es conveniente hablarles de forma positiva sobre el padre o la madre y favorecer las actitudes de respeto para no dañar la imagen del padre o de la madre a los ojos de los hijos.
  • En caso de que exista una nueva pareja, su introducción ha de ser cuidadosa y paulatina, no brusca ni engañosa ni impositiva.

Los padres deben ser plenamente conscientes en todo momento que el mejor medio para disminuir la incidencia de la ruptura sobre los hijos es preservarlos de las tensiones. Y que la calidad de las relaciones familiares es el factor más importante en la salud emocional de los niños, niñas y adolescentes, independiente del tipo de estructura familiar, como afirma José Cantón Duarte.

Compartir en:
whatsapp facebook twitter
Financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU Financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU